El Petro: Origen, auge y desaparición

En el mundo de las Criptomonedas existen algunas características a las que estas deben responder para considerarlas como tales. Estas características son por un lado del tipo técnicas pero también, y sobre todo, de tipo económicas. En el presente artículo abordaré primero las condiciones propias de las criptomonedas en general y en segundo término aquellas observables por medio de la experiencia del Petro y su intento de ser genuinamente el cripto activo soberano del estado venezolano, para de esta forma identificar en qué falló y qué causas llevaron a su repentina desaparición.  

Toda criptomoneda tiene y comparte al menos cuatro atributos reconocibles, articulados entre sí. Estos son, primero que pertenecen a las llamadas Finanzas Descentralizadas, lo que implica que su emisión, distribución y control no pertenece a una autoridad monetaria visible, sino que la misma se da por iniciativas privadas como parte de un proyecto más amplio dentro del entorno cripto como pueden ser desarrollo de nuevas tecnologías de la información y financieras, contratos inteligentes, o procesos y sistemas que no requieren la verificación de un tercero, sino que se hacen mediante la tecnología Blockchain. 

Segundo, que la cotización del precio se da mediante un Proceso de Mercado, es decir, según oferta y demanda, en función de ello la capitalización de mercado que va logrando cada moneda y de allí su precio y la variabilidad que este experimenta en un periodo de tiempo. 

Tercero, y ligado a lo anterior, Alta liquidez, lo que quiere decir que hay muchas operaciones de compra y venta en el mercado permitiendo así poder convertir o realizar alguna posición en criptos en cualquier momento que el usuario lo desee. 

Y por último, la cuarta característica es más de tipo técnica, debe estar programada y pertenecer a la Blockchain, o cadena de bloques, lo que a su vez implica que debe ser minable. 

Ahora bien, si repasamos las características que se tuvo del Petro, rápidamente nos daremos cuenta que esta difiere casi en todo con lo que una criptomoneda representativa debe tener. Para empezar, a diferencia de lo mencionado anteriormente, el Petro fue iniciado y promulgado de manera oficial por el gobierno nacional, centralizando así su oferta y el control de la misma. 

En segundo lugar, el precio fue fijado (anclado) sobre una cesta de commodities de respaldo (en principio petróleo y luego también otros minerales y diamantes) con lo que se suponía que el precio debía entonces fluctuar a razón de un promedio ponderado de las variaciones de los valores subyacentes en el mercado de commodities, sin embargo esto no sucedió asì en la práctica puesto que se fijó un tipo de cambio del petro sobre los 60 dólares y dicho valor permaneció inalterado durante todo el tiempo de exposición.

Ligado a esto, se verifica también la falta de liquidez en las operaciones con Petros, muchos usuarios podían fondear sus monederos digitales con petros pero luego cuando requerían cambiarlos tenían fuertes limitaciones para realizar su valor facial en términos de bienes u otras monedas. Finalmente, la única característica que se corresponde con una cripto al uso, es la que tiene que ver con el entorno blockchain a la cual está suscrita el Petro. 

Estas diferencias tan marcadas, se puede decir que atentaron contra la propia existencia del Petro en su intento de ser la criptomoneda del País, restringiendo el uso de la misma solo como unidad de referencia para cobro de tasas, aranceles y servicios de organismos públicos. Pero para lo que se supone que una criptomoneda debe servir no logrò satisfactoriamente serlo, al menos no para el venezolano común. Ya que nadie ahorra en Petros, no hay confianza sobre cómo materializarlo, lo que crea una caída en la demanda y desaparece su función como reserva de valor. Además, muy pocos comercios (sobre todo los de comercio electrónico) reciben petros a cambio de sus mercancías o servicios lo que la torna ilíquida, soslayando así su función como medio de cambio. Por último, en términos fiscales con la actualización del valor de la unidad tributaria, y su entrada en vigencia de nuevo a partir de marzo de 2023, pierde significancia el petro también en esta materia, razones todas estas para que el gobierno diera por finalizadas las operaciones en petros y procediera a liquidar, a principios de este año, posiciones contractuales expresadas en la misma, oficializando así su desaparición. 

Econ. Adalberto Alvarado L.

Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (ULA)

03-03-2024